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Comunicado De Prensa

 

RETENIDO HASTA: 8 de julio de 2020 9:00 EDST, 13:00 GMT, 14:00 UK

Los beneficios económicos de proteger el 30% de la tierra y el océano del planeta supera los costos en al menos 5:1

Un informe sin precedentes muestra que la economía mundial está mejor con una naturaleza más protegida

WASHINGTON, D.C. 8 DE JULIO DE 2020: En el estudio más abarcador hasta la fecha sobre las implicaciones económicas de proteger la naturaleza, más de cien economistas y científicos hallan que la economía mundial se vería beneficiada con el establecimiento de muchas más áreas protegidas en tierra y mar de las que existen hoy. El informe considera varios escenarios de protección de por lo menos el 30% de la tierra y el océano del mundo para mostrar que los beneficios superan los costos en al menos 5:1. La investigación brinda nueva evidencia de que el sector conservacionista impulsa el crecimiento económico, proporciona beneficios no monetarios clave y es un contribuyente neto a una economía mundial resiliente.

Estos hallazgos siguen la creciente evidencia científica de que debe protegerse al menos el 30% de la tierra y el océano del planeta para hacer frente al alarmante colapso del mundo natural, que ahora amenaza hasta un millón de especies con la extinción. Con tan claros datos económicos y científicos, sigue creándose el impulso para un acuerdo global trascendental que incluiría ese objetivo de protección del 30%. El Convenio sobre la Diversidad Biológica ha incluido esta meta del 30% de área protegida en su borrador de la estrategia a diez años, que se espera sea finalizada y aprobada por los 196 miembros del Convenio el año próximo en Kunming, China. 

Este nuevo informe independiente, «Proteger el 30% del planeta para la naturaleza: costos, beneficios e implicaciones económicas», es el primer análisis en la historia sobre los efectos que las áreas protegidas tienen sobre diferentes sectores económicos, tales como la agricultura, las pesquerías y la explotación forestal, así como sobre el sector conservacionista. El estudio mide los impactos financieros de las áreas protegidas sobre la economía global y los beneficios no monetarios como los servicios de ecosistemas, que incluyen la mitigación del cambio climático, la protección contra inundaciones, la provisión de agua limpia y la conservación del suelo. A lo largo de todas las mediciones, los expertos hallan que los beneficios son mayores cuando más naturaleza es protegida en contraposición a mantener el statu quo.

Actualmente, alrededor del 15% de la tierra y 7% del océano del mundo tienen algún grado de protección. La investigación revela que las protecciones adicionales llevarían a un promedio anual de 250 mil millones de dólares más en resultados económicos y un promedio anual de 350 mil millones de dólares en servicios de ecosistemas mejorados, en comparación con el statu quo. 

El sector conservacionista ha sido uno de los que más rápidamente ha crecido en los últimos años y, de acuerdo con el informe, se proyecta que crezca entre un 4% y un 6% por año, en comparación con el menos del 1% para la agricultura, las pesquerías y la explotación forestal, luego de que el mundo se recupere de la pandemia de COVID-19. Proteger las áreas naturales también brinda significativos beneficios en materia de salud mental y física y reduce el riesgo de nuevos brotes de enfermedades zoonóticas como la COVID-19, un valor que no ha sido aún cuantificado a pesar de los extraordinariamente altos costos económicos de la pandemia. Un estudio reciente estimaba que el valor económico de las áreas protegidas basado en la mayor salud mental de los visitantes era de seis billones de dólares anualmente. 

«Nuestro informe muestra que la protección en la economía actual aporta aún más ingresos que las alternativas y es probable que agregue ingresos a la agricultura y la explotación forestal, al tiempo que ayuda a prevenir el cambio climático, la crisis del agua, la pérdida de la biodiversidad y las enfermedades. Aumentar la protección de la naturaleza es una política sólida para los gobiernos que tienen que compatibilizar diferentes intereses. No se le puede poner un precio a la naturaleza, pero los números económicos apuntan a su protección», dijo Anthony Waldron, el autor principal del estudio e investigador especializado en finanzas conservacionistas, pérdida de especies y agricultura sostenible. 

Los autores de la investigación revelan que obtener los beneficios sustanciales de proteger el 30% de la tierra y el océano del planeta requiere una inversión anual promedio de aproximadamente 140 mil millones de dólares para 2030. Actualmente, el mundo solo invierte poco más de 24 mil millones de dólares por año en áreas protegidas.

«La inversión no se puede ni comparar con los beneficios económicos que las áreas protegidas adicionales conllevarían ni con el aporte financiero más grande que se les da actualmente a otros sectores», sostuvo Enric Sala, coautor de este informe, explorador residente de la National Geographic Society y autor del libro The Nature of Nature: Why We Need the Wild (agosto de 2020). «Invertir para proteger la naturaleza representaría menos de un tercio de la cantidad que los gobiernos gastan en subsidios a actividades que destruyen la naturaleza. Representaría un 0,16% del PIB y requiere menos inversión que lo que el mundo gasta en videojuegos cada año», agregó. 

La organización Campaign for Nature (CFN), que encargó el estudio, está trabajando con una creciente coalición de más de cien organizaciones conservacionistas, científicos y líderes indígenas de todo el mundo en respaldo de la meta del 30% y de mayor apoyo financiero para la conservación. CFN recomienda que los fondos provengan de todo tipo de fuentes, como asistencia al desarrollo oficial, presupuestos de gobiernos nacionales, financiación climática dirigida a soluciones basadas en la naturaleza, organizaciones filantrópicas, corporaciones y nuevas fuentes de ingresos o ahorros a través de cambios regulatorios y subsidios. Como entre el 70% y el 90% del costo estaría enfocado en países de ingresos bajos y medios debido a la ubicación de la biodiversidad más amenazada del mundo, estos países requerirán asistencia financiera de muchas fuentes.

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Citas de los coautores del informe:

Dr. Thomas E. Lovejoy, profesor de política y ciencia ambiental, Universidad George Mason 

«Un resultado impresionante: Hay un gran retorno financiero si protegemos el 30% de la naturaleza terrestre y marina. Proteger la gallina sí produce huevos de oro». 

 

Dr. Andrew Balmford, profesor de ciencia de la conservación, Universidad de Cambridge

 «Este trabajo es extraordinario, en sus miras, pero particularmente en su novedoso alcance multisectorial. Como resultado, echa importantísima luz sobre los evidentes costos de oportunidad entre ampliar la conservación de la naturaleza y la actividad económica tradicional. Y muestra que es probable que las nuevas y ambiciosas propuestas para salvaguardar especies y lugares naturales también mejoren la prosperidad humana». 

 

Dr. Bethan O’Leary, Investigadora asociada, Departamento de Medio Ambiente y Geografía, Universidad de York

 «Las áreas marinas con alta o total protección, proporcionan numerosos beneficios, tales como la conservación de la biodiversidad, la mitigación del cambio climático y la recuperación de la pesca. Invertir en protección es como cualquier otra inversión: hay que invertir dinero a corto plazo para obtener beneficios a largo plazo. Para las Áreas Marinas Protegidas, esos beneficios son un múltiplo de la inversión. La ciencia nos ha mostrado la urgencia del problema y este informe nos muestra un camino a seguir. Ahora necesitamos hacer la inversión». 

 

Dr. Stephen Woodley, vicepresidente de ciencia y biodiversidad, Comisión Mundial de Áreas Protegidas, Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN)

 «Ampliar las áreas protegidas mundiales a por lo menos un 30% hacia 2030 es una política esencial para detener la pérdida de especies en nuestro planeta. Debemos dar espacio a la naturaleza. El análisis liderado por Anthony Waldron muestra que podemos ganar financiera y económicamente con la implementación de esta política. Muchos gobiernos alrededor del mundo, incluido el de Canadá, han establecido la política pública formal de proteger el 30% de su tierra y su mar para 2030. Proteger la naturaleza detiene la pérdida de la biodiversidad, ayuda a combatir el cambio climático y reduce las probabilidades de futuras pandemias. Esta política pública es sólida económica, ecológica y moralmente». 

 

Dr. Rashid Sumaila, coautor del estudio y profesor y director de la Unidad de Investigación en Economía de las Pesquerías en el Instituto de Océanos y Pesquerías de la Universidad de British Columbia

 «El océano es como una cuenta de inversión. Para protegerlo de lo desconocido y de lo incognoscible, debes poner parte en una cartera conservativa como una inversión para "épocas de escasez". Igualmente, necesitamos poner parte de nuestra cartera oceánica en las AMP. El consejo general es que las personas mayores de treinta años deberían poner el 30% de su cartera en una inversión para "épocas de escasez"; a mayor edad, debe aumentarse este porcentaje en conformidad. Con solo esta medida, se puede decir que ese 30x30 hace rato que se debería haber hecho, porque el océano tiene mucho más de treinta años...». 

Dr. Greg Asner, director del Centro de Descubrimiento Global y Ciencia de la Conservación de la Universidad Estatal de Arizona

«El valor de la biodiversidad de la Tierra —en términos estrictamente monetarios y de servicios de ecosistemas como se demuestra en nuestro estudio y en términos espirituales y morales que desafían la cuantificación— es mucho más alto que el costo y el esfuerzo que se necesita para salvarla. El mundo necesita aumentar su ambición y financiar la protección del 30% que la ciencia nos dice claramente que es necesaria. Estados Unidos debe empezar por casa protegiendo y financiando el 30% aquí y debe apoyar los esfuerzos globales para hacer lo mismo, lo cual incluye brindar apoyo financiero para los esfuerzos de países de ingresos bajos y medianos». 

Dr. Jamison Ervin, gerente, Programa Global sobre Naturaleza para el Desarrollo, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

«El costo de proteger el 30% de nuestro planeta, entre alrededor de 103 mil millones a 178 mil millones de dólares, no es intrascendente. Sin embargo, la naturaleza proporciona más de 125 billones de dólares en beneficios a la humanidad, el PBI global es de alrededor de 80 billones y los activos globales totales bajo gestión son de alrededor de 125 billones. En este contexto, el costo de crear una red de seguridad planetaria resiliente para toda la vida sobre la Tierra apenas se registra como un error de redondeo estadístico. Los beneficios para la humanidad son incalculables, y el costo de la inacción es impensable. Este informe inequívocamente nos dice que el momento de financiar la naturaleza —para las personas y para el planeta— es ahora».

Dr. Beth Fulton, Océanos y Atmósfera, CSIRO

«Este informe destaca que hacer algo para proteger la biodiversidad marina y la pesca, en realidad, no es más costoso a mediano / largo plazo que no hacer nada, de hecho, hay una lista sólida de beneficios. El truco será encontrar los recursos para ayudar a encontrar caminos equitativos a través de la implementación de los primeros pasos».

Dr. James Watson, profesor de Ciencias de la Conservación y Director del Centro de Biodiversidad y Ciencias de la Conservación de la Universidad de Queensland

«Sabemos que la tala de áreas intactas ha contribuido al récord de incendios forestales de Australia, y que la destrucción de áreas naturales aumenta el riesgo de pandemias como el COVID-19. Este importante informe ofrece otra razón para proteger la naturaleza: tiene sentido financieramente. Espero que los líderes mundiales tomen nota de estos hallazgos y redoblen sus esfuerzos para establecer e invertir en más áreas protegidas en la tierra y el mar».

Dr. Bernardo B. N. Strassburg, Profesor Asistente, Departamento de Geografía y Medio Ambiente, Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro y Director Ejecutivo, Instituto Internacional para la Sostenibilidad

«El informe es una adición muy sólida a un cuerpo creciente de evidencia que prueba que conservar y restaurar la naturaleza, es una buena decisión de inversión. Además de beneficiar a la sociedad en su conjunto, el informe demuestra de manera crucial que conservar la naturaleza vale la pena, incluso para sectores como la agricultura. Esto subraya que la conservación de la naturaleza debería estar en el centro de los planes económicos de las sociedades para recuperarse de la crisis provocada por el  COVID-19,  y puede fomentar el desarrollo en las próximas décadas».

Citas adicionales:

Carlos Manuel Rodríguez, Ministro de Energía y Medio Ambiente de Costa Rica 

«Cuando se convocó por última vez el Convenio sobre la Diversidad Biológica, Costa Rica ayudó a asegurar el compromiso de todos los países de examinar las difíciles cuestiones financieras y determinar mejor cuánto costaría proteger la naturaleza en todo el mundo. Este nuevo informe proporciona exactamente el tipo de datos que nosotros y otros países necesitamos. Nos da una idea concreta de cuánto costaría proteger al menos el 30% de la tierra y el océano del planeta y, lo que es más importante, nos dice que los beneficios de esta protección superan con creces los costos. Ahora que sabemos lo que se necesita, todos los países deben aumentar sus compromisos financieros y trabajar con empresas y filantropías para aumentar la inversión en la protección de la naturaleza».

Dr. Zakri Abdul Hamid, embajador y asesor científico de Campaign for Nature, y presidente fundador de la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) 

«Con tanta abundancia de biodiversidad en Malasia, y en la región ASEAN, es alentador saber por medio de este informe que proteger el 30% de las superficies terrestres y marinas proporciona más valores monetarios y no monetarios que el statu quo».

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The Campaign for Nature trabaja con científicos, pueblos indígenas y una creciente coalición de más de cien organizaciones conservacionistas de todo el mundo que están instando a los formuladores de políticas a comprometerse con las metas claras y ambiciosas que serán acordadas en la 15.a Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica en Kunming, China, en 2021, para proteger al menos el 30% del planeta para 2030.